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viernes, 2 de marzo de 2012

Hay milagros y milagros

Yo descargo cosas ilegales, como música y películas. Me iré al infierno de las productoras de música y cine seguramente. Es mi distracción. Cuánta más música tengo me siento más seguro, más protegido. Pero desde que le hicieron lo que le hicieron a Megaupload las cosas han cambiado mucho y ahora hay miedo, temores, las descargas no son ya nada fáciles, las publican en servidores donde los uploaders ganan su comisión y nosotros, los que descargamos, tenemos que sufrir el esperar 6 horas para terminar de descargar un archivo de poco más de 200 mb de tamaño. Así es la vida: unos se aprovechan y otros se los permiten. La mediocridad humana es increíblemente variada y variopinta.

Pero tenemos los torrents. Si, confiables mientras haya gente dispuesta a compartir. Yo no comparto porque mi ancho de banda se vería afectado. Yo consumo. Había encontrado, como siempre, algo “imposible de dejar pasar” : los conciertos para teclado completos escritos por Johann Christian Bach. 1.6Gb de tamaño. Una publicación de hace 4 años. Pero había seeds y peers disponibles. Y empezó la descarga. Originalmente los había encontrado en descarga directa pero ¿6 horas mínimo para cada uno de los 6 archivos de poco más de 200Mb?. Una barbaridad. Y pasaron los días y me pude contactar con alguien que descargó hace algunos años los mismos archivos por torrent y me ofreció compartirlos en descarga directa. Pero los publicó en el más lento de los servidores de Checoslovaquia (por que ahí, lo ignoro). De regreso al torrent.

Y hoy, cuando pensé que no me quedaría otra que iniciar la descarga directa de más de 6 horas por archivo, abro el uTorrent y descubro que empezó la descarga. Al momento de publicar este post esta en el 59.3% y a esta velocidad dice que terminará en unas 18 horas. No se ustedes, pero aquí veo un gesto de Dios diciéndome “alégrate un poco con esto”. Es como sentir la brisa el mar en el momento más caluroso del día. Reconforta.