Lo pobre no quita lo sano

Hubo una época en mi vida en que lo tuve todo. Estaba fuera del país casi 8 meses al año, tocando en diversos lugares (piano clásico). Visité los 10 países de sudamérica, Panamá, Honduras y Guatemala, México, 8 países de Europa (España, Italia, Alemania, Holanda, Portugal, Suecia, Inglaterra y Bélgica), la ex U.R.S.S. (Leningrado y Moscú), Australia y Japón (Tokio y Osaka). Si, viajé mucho entre mis 15 y 25 años. No pude conocer mucho porque mi rutina era siempre la misma: llegar al aeropuerto Jorge Chávez,  subir al avión (sólo 4 veces en primera clase), aguantar las horas de viaje (fue cuando viajé a Sídney que tuve, con trasbordos y demás, el viaje más largo: 28 horas), llegar, ir al hotel (si llegaba de mañana entonces en la tarde tenía ensayo, si llegaba en la tarde o de noche el ensayo era el día siguiente a primera hora), cenar y descansar (no importa si no había problemas de altura, era lo que me exigían), al día siguiente siempre un ensayo por la mañana (aún si hubiera tenido otro el día que llegaba) y en la tarde o noche era la presentación, tocaba, una hora en la recepción luego del concierto y de ahí al hotel a descansar y en la mañana (o madrugada, aunque hubo pocas veces que del teatro al hotel y de ahí al aeropuerto) al aeropuerto y al siguiente lugar. No había tiempo para turistear (sorry si la palabra no existe).

No era un pianista de primer nivel. Si comparamos con el fútbol, yo estaba en la primera división pero por encima de ella estaba la división internacional, la elite, los que tienen una agenda de 100 conciertos al año y honorarios no menores de $10,000.00 por presentación (y sin contar las regalías por grabaciones de Lp y/o CD’s). Sólo 3 veces obtuve un contrato de poco más de $5,000.00. Nunca grabé un disco, de ningún tipo.

Si, como dijo mi última pareja “pasaste de tener mucho a no tener nada y ahora a tener un poco”. Y si es verdad. Malas decisiones en parte y en otra, supongo que algo relacionado con el karma (vamos, a alguien debo de culpar en parte jejejeje).

Luego del divorcio las cosas no volvieron a ser jamás las mismas. Prácticamente en quiebra, si he sobrevivido es porque de verdad existe Dios y me tiene una confianza que aún no puedo explicármela por que. Digo, no soy el mejor de sus hijos, eso esta claro, pero tampoco soy el grano que molesta y uno quiere reventarlo y desaparecerlo. Tiendo más a ser un buen hijo, más no un santo. El padre Víctor me dijo que todos debemos aspirar a ser santos pero no los que se publicitan en estampitas y demás (marketing celestial digo yo) sino a buscar ese grado de perfección. Me pregunto ¿para que?. Digo, con buena voluntad, fe y rectitud no se pagan las cuentas ni se compra el pan ni el arroz. Mi dieta es muy limitada porque aunque soy buen cocinero no hay muchas ganas de hacer las cosas elaboradas que solía hacer. Prefiero lo práctico.

Y si me cuida mi padre porque hasta ahora no ha faltado comida y salud en mi familia y en mi vida. Dicen que todo esto pasa porque Dios esta preparando algo maravilloso para mi en el futuro. Propaganda cristiana (una ex-pareja cristiana me decía eso). Como sea, podré estar pobre y sin horizonte alguno porque sigo en el valle y no he llegado a la cima porque no encuentro la maldita salida, pero gozo de salud. ¿Para que?. Vaya uno a saber, mientras tanto, sigo con mis placebos y mis inquietudes egocentristas buscando un equilibrio que no creo tenerlo y si lo tengo no logro percibirlo.

Ecuaciones

El balance se da cuando en todos los segmentos distantes de un centro se ponen de acuerdo y nadie tira para su lado y todos están en armonía. Es una definición muy simplista pero real de lo que es el balance. No hablo de leyes físicas ni morales, simplemente hablo de un balance. Y cuando este balance sólo esta en uno mismo, difícil no es identificar los segmentos a equilibrar sino el encontrar el centro en que todos se cruzan al menos una vez. Eso es difícil. Hay placebos, “caza bobos” que nos hacen creer que tenemos control de nuestra vida, que hemos logrado la armonía y por ende algún tipo de balance. Crédulos.

Las rutinas son el placebo por excelencia. Hay buenas y malas rutinas, como todo en la vida, así como hay buenas y malas personas, buenos y malos alimentos, buenos y malos programas de televisión y por supuesto buenas y malas películas. No es posible mantener la excelencia en todo, siempre se mete la pata y la joden bien, siquiera una vez en la vida, y esto es retórica pura pues todos sabemos que más de una vez la regamos. ¿Y cuál es el equilibrio, el mentado balance entonces?, pues que cuando hacemos una evaluación de nuestra vida vemos los aciertos, errores y omisiones (presas del miedo o de la ignorancia) y ahí vemos que somos muy creativos para justificar fallas, ensalzar logros e ignorar omisiones con la finalidad de que todo este calmado. Una tormenta puede agitar las aguas en la superficie pero bajo ella todo es calmo, así como en la superficie puede parecer un cristal y en interior haber corrientes tan fuertes que arrancarían raíces de ser posible.

Las rutinas nos dan seguridad, estabilidad, parámetros para medir el avance o estancamiento de nuestra vida. Y cuando estas rutinas son tan arraigadas en nosotros, pues ni cuenta nos damos que avanzamos ni tampoco cuán estancados estamos.

Yo no tengo equilibrio ni balance. La música me lleva a otro plano de la realidad, pero ahí no puedo vivir. No tengo balance ni equilibrio porque estoy incompleto. Y la ecuación, como toda ecuación, requiere una igualdad o resultado (que es lo mismo). Muchos dirán que tienen equilibrio y que su ecuación esta resuelta o despejada. Fácil es confundir la mente con ecuaciones. Recuerdo un chiste en que el dueño de una empresa le pregunta a un contador “¿cuánto es 2 más 2?” y este le responde “… ejem, ¿cuánto quiere que sea?”. así equilibramos las ecuaciones por lo general.

Las medidas del éxito y las mentiras del conformismo

Si nos tomamos una hora de nuestra vida, de un día cualquiera (que no sea feriado) y en un horario de trabajo normal (preferentemente por la tarde a eso de las 4pm) y caminamos por una zona comercial en nuestra ciudad, veremos que la publicidad que se nos muestra, en diversas formas, nos indica que si no somos delgados, bien formados, sanos, atractivos, vestidos a la moda, con gusto para el consumo de ropa, alimentarnos tanto sanamente como con hermosa comida chatarra, apreciar los ruidos que la música de hoy en día ofrecen y demás complementos promocionados, pues simplemente nuestra vida será miserable, sin gusto, opaca, vida de perdedores, miserable (reitero el término para indicar que seriamos muy miserables) y todo lo contrario a una vida feliz y normal. Ya sé que no estoy diciendo nada nuevo al respecto pero me preguntaba ¿será que los terapistas estarán contentos de que esto sea así  para poder tener siempre un flujo constante de personas que buscan ser programados para no atender a este tipo de consideraciones y así tener una vida exitosa y buena?. Digo, ¿eso cambia la realidad de que mientras practicamos los consejos y estrategias terapéuticas vemos la cruda realidad de que en efecto gran parte de la gente exitosa y feliz tiene el aspecto y “las decoraciones” que la publicidad indica?.

Dejando de lado este magro ensaño chovinista y amargado de la realidad desde mi punto de vista, el hecho es que todos, ABSOLUTAMENTE TODOS, medimos nuestro éxito mediante comparaciones y metas según nuestro discernimiento. Un ejemplo de ello son las reuniones de promociones. Vaya que son caldo de cultivo. Preparamos historias y buscamos proyectar lo que no somos para no pasar por ser menos. Y los que son algo y algo más que algo, pues se esfuerzan por que el resto se de cuenta de ello.

Claro que en todo hay excepciones y esa es una de las pocas leyes universales aplicables tanto para nuestro humilde planta como para todas las razas alienígenas que nos han visitado y no han planteado intercambios de libre comercio. Para todo hay excepciones. Los buenos terapistas dirán que lo importante es estar bien con uno mismo, que no importa lo que los demás digan, bla bla bla. Un buen sacerdote dirá que lo importante es tu relación con Dios y obrar siempre dentro de los preceptos del bien y dejar los preceptos del mal de lado.

¿Alguien puede hacer eso?. Yo no. ¿Tú puedes?. Yo hace poco escribí al inicio de un post, el anterior a este, “No me gusta mi vida. Pero me gusta mi personalidad. No me agrada mi entorno. Pero me agrada el horizonte que percibo.” (Balance de una vida no deseada) pero en realidad considero que en el balance tengo más cualidades que defectos. Soy un buen hombre, de eso estoy seguro. Lo cual me hace pensar que el camino para hombres buenos no siempre es tranquilo y llano. Y otra vez volvemos sobre lo mismo: ¿mito o realidad?¿condicionamiento subliminal o simplemente autoestima por debajo del nivel del suelo?. Cómo sea, de algo estoy completamente seguro: de repetir mi vida, de “rebobinar” o “re-instalar” todo de nuevo, volvería a hacer lo mismo sin dudarlo, incluyendo los errores más estúpidos. ¿Por que?. Simple, porque al final llegaría a ser la clase de persona que soy: no soy exitoso, no soy influyente, pero soy una buena persona (soltero por la maldad y el mal gusto de las mujeres). Es en serio, no cambiaría nada.

Balance de una vida no deseada

No me gusta mi vida. Pero me gusta mi personalidad. No me agrada mi entorno. Pero me agrada el horizonte que percibo. Contradicciones. Mi vida siempre ha sido una contradicción. Como decía, en tono “maduro y experimentado” cuando era más joven: soy un niño atrapado en las tribulaciones de un adulto. Y bueno, tengo algo de vidente.

Soy un pianista frustrado, no por el carácter, sino porque se muy bien que “si hubiera” (bendita como maldita expresión) sido más disciplinado o de pronto más creyente en mi mismo, a estas alturas tendría varios Lp y CD’s grabados. No, no estoy exagerando. Tengo motivos para probarlo. Cometí muchos errores en mi vida, y si, claro, ¿quién no?. Pero hablo de verdaderos errores, aquellos en que no sólo involucras a terceros, amigos y personas queridas, sino que, y es lo más triste de todo (a mi entender), involucré mi propio futuro. Uno tiene la vida que tiene por consecuencia directa y exclusiva de las decisiones que toma en el momento que las tomó. Que jodido es esto. Para vivir “exitosamente”, cualquiera que sea la definición que le podamos o queramos dar, hay que saber, simplemente, que y cuando hacer lo correcto. Caso contrario, pues la riegas. No es culpa de otros, no hay traición o decepción que justifique algo. Uno escoge confiar, uno decide confiar, uno se esperanza en que la confianza depositada sea proporcional a la realidad que se vivirá a futuro. Uno espera. ¿Uno sueña?, tal vez, en parte. Y cuando esperamos más de alguien, más de alguna situación, y no se cumple, ¿quién tiene la culpa?. ¿La persona o situación que “astutamente” nos hizo creer, ver y percibir algo que no era?. Ah claro, la experiencia. Si uno no la tiene, sólo quedaría la intuición, pero seamos sinceros, ¿quién en su sano juicio seguiría toda su vida basada en su intuición?. Con tantas cosas que vemos, leemos y oímos, la intuición se va perdiendo como perdimos la credibilidad en Santa Claus o Papa Noel.

Estoy donde esto porque tome malas decisiones. Punto. Tengo la vida que merezco como fruto de mis decisiones. ¿De que me puedo quejar?. Sólo de una cosa: de no poder levantarme aún. Soy fuerte, vaya si he aguantado muchas cosas en esta vida. Dicen, y bien intencionadas personas, “Dios te esta poniendo a prueba porque esta reservando grandes cosas para ti”. No me jodan. Menos ahora que puedo sentirle y saber que esta a mi lado (y la sangre de mi bella Malú fue el precio que tuve que pagar y la cruz que cargaré por siempre, una de las muchas que tendré que arrimar en mi no pequeña espalda).

El problema de madurar, en fin, de seguir creciendo como persona, es que muchas respuestas encuentran a las preguntas que uno tiene guardadas ahí, en ese rincón que preferimos no ver para ignorar su presencia. El tiempo NO hace que olvidemos las cosas. Nada, ni el Papa, ni Mandrake ni el chino de la esquina puede hacernos olvidar algo. El tiempo AYUDA a sobrellevar las cosas de la mejor manera posible. Como esa vieja herida de colegio que de vez en cuando nos recuerda su presencia con ese dolorcito que viene y va. Así es como se lidia con el tiempo.

Como decía, el problema de madurar es, entre otras cosas, que nos vamos dando cuenta de como son las cosas, y eso porque ya estamos llegando a la cúspide de la montaña donde todos los adultos ven la vida. Nuestros padres dejan de ser nuestros héroes, pasamos por una etapa en que los juzgamos, en que los subestimamos y al final, al completar una etapa de maduración, los vemos como nuestros iguales, esto es, los vemos como las personas que son: con valores y defectos. Uno no elige la familia en que va a vivir, así como no puede elegir los hijos que va a tener. Dicen que los gatos eligen a sus amos, ¿será cierto?. Y cuando uno llega a la cima de esa montaña, contemplamos todo con más calma, siempre y cuando nuestro ascenso haya sido, al menos, apropiado. Pero si llegamos con frustraciones, rabia, odio, insatisfacciones y demás mierda, pues no creas que vamos poder respirar aire limpio.

Y los que pueden respirar aire limpio tampoco se libran de la sutileza de los olores sin aromas (¿controversia?). Bien dicen “no hay peor ciego que el que no quiere ver”, y tantas variaciones podríamos hacer al respecto.

Si, tengo la vida que merezco porque así me permití tenerla. Estoy en la cima. Por eso lo se.

Las desilusiones nuestras de cada día

Si hay algo que es sumamente jodido aceptar es ser uno mismo el que se de cuenta del ridículo que uno ha hecho…… con sus sueños. Soñar no cuesta nada, eso dicen. Vaya mentira. Claro que cuesta cuando no se hace bien o no se maneja bien la situación soñistica. Cuesta orgullo y algo de dignidad. Claro, en silencio, nadie se entera, pero uno no se salva del acontecimiento. Les cuento.

En mi parroquia hay una secretaria bien simpaticona, en sus 30 diría yo, y bueno, le tiré ojo, pestaña y ceja como dice el dicho. Y bueno, sueños van, sueños vienen, pasé por el cortejo, el romance, la intimidad (obvio pues), la pedida de mano, el matrimonio, etc. Soñar es rico en serio. Y no crean que vivía mis sueños, sabía lo que eran, se lo que son, y no les doy más importancia de lo que le puedo dar como ejercicio mental y emocional. Y claro, en el fondo uno se pregunta si se podría llevar a cabo, si se podría realizar. Un poco como el juego semántico de “que haría si me ganara la lotería”. Algo así.

Hoy al llegar a la parroquia para hablar con el padre Víctor la vi. La semana pasada no estaba porque estaba de vacaciones. Creo que se cortó el cabello pero igual me sigue pareciendo una mujer muy atractiva. Ya, no es una belleza de pasarela ni abundante en generosas proporciones de índole erótico pero es una mujer atractiva en verdad. Uno aprende a ver la verdadera belleza con los años y los que no terminan como viejos verdes (ustedes saben). Bueno, la miré, y pensaba “un poco más seriamente” como abordarla sin resultar muy evidente. De pronto ella salió con 2 celulares a la puerta de la parroquia, a la calle misma, buscando a alguien. Primero con un celular, regresó a su oficina y salió con 2 celulares. Regresó a su oficina. Y de pronto, apareció un caballero con 2 niños, una parejita, y la vi conversar con los niños de manera familiar. Bingo: es casada. De pronto “ya no me pareció tan atractiva”. Me reí con ganas de mi mismo mientras pensaba la ironía de haber sido objeto de un sarcasmo divino en casa del mismo Diosito. Claro, es un pensar, no un sentir.

Le siguen llamando “señorita” y por un instante pensé: ¿y si no es su esposo sino su hermano?. Resultado: más risas contenidas por mi ingenuidad. Como diría un buen sacerdote, “el señor se vale de caminos misteriosos para hacernos llegar su mensaje”. Para mi que arriba están en una reunión para celebrar la quemada de mi sueño. ¿Y saben?, yo me estoy riendo ahora mismo de muy buena gana. Es bueno soñar, en verdad que si.

Frases

Estas son algunas de las frases que suelo decir y que considero son de mi autoría (salvo error u omisión en cuyo caso espero me hagan ver mi error con un comentario)

1. Cosas de familia, cosas de cama y cosas de dinero jamás se dan por sobre entendidas, se dicen siempre.
2. Todos los problemas, absolutamente todos, tienen solución. La cuestión es que no siempre la solución es de nuestro agrado.
3. Todo se puede hacer en esta vida, pero hay cosas que no se deben de hacer.
4. De vez en cuando conviene decir las cosas directamente y no dejarlas sobre entendidas.
5. Las penas y miedos siempre se respetan, nunca se cuestionan.
6. Hay cosas que jamás podremos entender o aceptar, y esta es una de ellas.
7. Lo único claro de la política es que es turbia.
8. Es todo un problema ser viejo tan joven.

La fruta madura

Y bueno la lista esta terminada en la primera etapa. Encontré y cree cuentas en 116 webs que varían entre redes sociales, webs de servicios y directorios. Todavía hay algunos más para agregar y otros para catalogar. Luego vendrá una depuración y agrupación para una mejor administración (cuando veo muchos “ción” en una frase me entra desconfianza). Ayer retomé contacto con mi lado espiritual pues luego de casi 1 año, creo que desde Diciembre del año pasado, volví a la iglesia a conversar con el párroco, una hermosa persona, verdaderamente un ser tocado por Dios o como dice Karina, la secretaría de la parroquia, “esta en camino de santidad”. Sin embargo retomar algo y volver a pasar por lo mismo tiene un sabor distinto porque uno ya sabe a donde va a terminar o llevar el asunto. Esto es: no hay sorpresa de por medio ni al final (y mucho menos al inicio). Entonces ¿para que retomarlo?. Ahí esta el detalle, el “cuestionamiento ad priori” de la situación.

¿Que lograré en realidad al terminar de actualizar y sincronizar tantas redes sociales y servicios web?. Pues tal vez ni al terminar de hacerlo pueda determinar una función o esbozar siquiera una respuesta. Es algo así como tratar de saber si alguien lee este blog. En la práctica tendré una estructura armada y funcional que podría ser usada por otras personas u empresas. No es una novedad, las herramientas están ahí, es cuestión de organizarlas y usarlas. Hay que tomar algunos webs como puntos de partida, como pilares de la edificación. Facebook, Twitter, My Space, Youtube y uno que otro más serán los abanderados.

Recuerdo cuando empecé mi primer blog, El pianista que tocó y alguien escuchó al cual registre en cuanto directorio de blogs pude. Tal vez sea momento de retomar esa estrategia. Hay algunas ideas que podría poner en práctica pero….  ahí viene, se siente y se presiente: el pero discriminatorio. En fin, la depre si que tiene variaciones sobre el mismo tema.

Entonces, iniciado el camino esta, y más de un primer paso se ha dado. Menos mal que me gusta mucho caminar y no es un aforismo ni una metáfora simplona.

La primera piedra si, pero pesa como diablos

Hay varios dichos sobre el tema, algunos bien simpáticos, otros muy profundos y algunos francamente no me explico como siguen sobreviviendo el tiempo. Dichos como “todo empieza con el primer paso”, “el que no arriesga no cruza el río”, “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” y similares variaciones motivacionales del mismo tema. En Facebook tenía (lo eliminé) un contacto que hablaba de un Life Coach. ¿Es posible que exista algo así?, digo, ¿necesitamos de un “entrenador” para poder vivir?. Ok, están los terapistas sean psicólogos o psiquiatras, personas que estudian, se entrenan y capacitan para ganarse la vida escuchando problemas de otros, solucionando problemas de otros y metiéndose en la vida de otros, esto es, estudian para ser metiches, y vaya que ayudan (si lo sabré yo) pero yo me refiero a personas que se les conoce como motivadores. Muchos pondrán el grito en el cielo o el agudo “no jodas” si leen esto (¿alguien me leerá por cierto? y si es así, ¿por que no comentan?) pues hoy por hoy parece casi indispensable tener quién nos de el empujoncito motivacional necesario para seguir adelante. Supongo que yo lo necesito para salir de mi cripta.

No obstante creo que son como los motores de los automóviles. O esos autos con añitos. Les empujas y si el motor aún esta bien, pues andará, y si tiene un buen conductor entonces rodará mucho más tiempo con los cuidados respectivos. Pero si ya esta para el deshuesadero ni aunque le metas oro líquido. La motivación es necesaria pero creo que más necesario es el saber aceptarla. Yo no se aceptarla. Por eso valoro la aceptación. Y eso no viene ni en terapia ni en pastillas ni en milagrosas pócimas. Eso ya es cuestión de uno. O te animas o no te animas. O lo haces o no lo haces. Si uno tiene fuerzas y ganas para hacer tamañas estupideces con su vida no pocas veces entonces ¿por que no hacer lo correcto de vez en cuando para variar?. No cuestiono, simplemente me pregunto a mi mismo.

Ayer cree una cuenta en la red social Viadeo y en la tarde recibí una solicitud de contacto. Sea spam o sea verdad, el hecho es que hay movimiento en las redes sociales y no podemos simplemente dejarlas de lado y mirarlas como quién mira el paisaje habitual desde el asiento de un transporte público, apretado o relajadamente sentado. Y dije “bueno, a poner al día la información en las cuentas para que muestren uniformidad”. ¿Simple copy & paste?. Pues no, no es así, resultó que no sólo hay que escoger la información sino que es una excelente oportunidad para poder actualizar la información publicada. Pues muchas cosas han pasado desde que cree mi primera cuenta en Blogger o en Facebook. Así que dejé de copiepegar y me puse a meditar (como ahora) sobre que contenido publicar. Y me di cuenta de que soy una persona futurista, muy responsable por el futuro de mi vida y de todos, pues todo lo dejo “para mañana”.

Algunos tienen piedras en el camino. Yo las tengo en el ánimo. Menudo trabajo me espera.

Somos mejores gracias a Internet pero…

Todo esta bien: hay más conectividad, hay más posibilidad de hacer amigos, conocidos, parejas, negocios, trabajos, trampas, fraudes, robos, mentiras, catarsis, diversión, depresión, alegrías, penas, tiempo de calidad y tiempo desperdiciado. Todo gracias a Internet. Nadie puede refutarlo. Pero también es cierto que si bien todo esto y mucho más ha ido creciendo por el gran caldo de cultivo que se ofrece, la gratitud también ha encontrado cabida. Y si hay algo cierto en este universo, no importa de que planeta seas es que hay leyes verdaderamente universales que no importa como hayas evolucionado, que color de piel tengas o que manías y hábitos tengas: todos viven con estas reglas.

Una es que todos los problemas tienen solución. Absolutamente todos. Sin embargo, la solución no siempre es de nuestro agrado.

Otra ley universal es que todo viene en equilibrio y el asunto es saber balancearlo. Aquí le decimos, entre otras formas, el bien y el mal, el yin y el yang.. y por supuestos muchas otras combinaciones, sinónimos y adjetivos. Y uno de ellos es la gratitud y, claro está, la ingratitud.

Han desaparecido del universo de redes sociales y webs algunos que ofrecieron servicios interesantes, llenos de dinamismo, vitalidad, ganas y esperanzas. Y sin embargo se fueron sin pena ni gloria, nadie notó su falta, nadie hizo alguna acotación. Recuerdo cuando Facebook estuvo fuera de línea hace poco más de 2 meses me parece. Que tal escándalo. Esta todopoderosa red social no conoce lo que es respetar y prestar atención al usuario. No se dan cuenta de que todos los cientos de millones que su creador se ha embolsado en su cuenta bancaria se lo debe TOTAL Y EXCLUSIVAMENTE a gente como tú y como yo: usuarios comunes y corrientes.

Se fueron Vox, Koornk. Twine dejó de ser para convertirse (o ser comprado, lo ignoro) en Evri. Tal vez no marcaron lo que hoy en día es Facebook, Twitter, My Space y similares, pero estuvieron no poco tiempo y unieron no tantas personas pero si un número significativo. ¿Por que la indiferencia?. Digo, ¿acaso si no nos es útil o dejó de sernos útil entonces ya pasa a ocupar un lugar en la papelera de reciclaje o algo así?. Yo nunca voy a olvidar lo que Commchat representó en mi vida durante los primeros meses en que me conecte a Internet. Recuerdos. Eso somos de alguna forma. Al evocar nuestra vida, al evaluarla, todo es cuestión de recuerdos, pues de ahí proviene la experiencia. ¿Acaso descartamos recuerdos?. No, somos unos coleccionistas incurables que todo mantenemos guardado. Sin embargo, la gratitud, una de las virtudes más valiosas de todas es al mismo tiempo una virtud que acarrea uno de los defectos más sucios, increpables, asquerosos y repudiables de todos: la ingratitud.

¿Creen lo contrario?.

Por que otros si y por que yo no

¿Cuántas veces te has preguntado eso bajo distintas circunstancias?. Lo curioso es que más de una vez no hemos podido encontrar tranquilidad y satisfacción en la respuesta encontrada. Ambicionamos la suerte de otros en vez de valorar la suerte que tenemos. Todas las personas necesitan de un grado de aprobación, eso esta claro. Pero, ¿que hacer cuando ese grado de aprobación esta tan arraigado en nuestra vida que supera de lejos y nos mantiene a distancia lejana de la valoración autentica de nuestra suerte y nuestras cualidades?. Sería curioso, digo, el determinar estadísticamente quien muestra un grado recurrente mayor de insatisfacción: las mujeres, los hombres o los homosexuales.

Por ejemplo, hasta la fecha he creado un total de 16 blogs (más 1 de prueba) en Blogger y otros tantos en Wordpress.com como mirrors  de los creados en Blogger. Y hago esto porque pese a que reconozco y estoy plenamente consiente de la potencia, versatilidad y bondades del CMS WordPress lo que pasa es que en el hosting gratuito Wordpress.com no ofrecen la posibilidad de manipular el código fuente del blog ni de agregar scripts como si se puede hacer en Blogger.

No, no es mi intención hacerme publicidad sino plantear un detalle. De todos estos blogs, el único que tuvo más acogida fue El Alquimista del Diseño Web con un total de 11 seguidores. Si ahora tengo más seguidores en De Copy & Paste es porque estoy organizando un concurso y como parte del mismo es volverse seguidor para entrar en el concurso. Una estrategia simple, honesta, directa… pero que no cubre la pregunta planteada al inicio: por que otros si y por que yo no.

Infraestructura. Esa ha sido siempre mi explicación recurrente. El tener una organización, sea personal o grupal, que permite tener publicaciones que jalen seguidores. Tuve pésimas experiencias con Meneame porque ahí esa comunidad no aprueba la auto-publicación. La cuestiona y considera “poca cosa”. Y si uno publica algo que ya fue publicado pues la verdad a uno lo censuran como si tal cosa superara el peor de los sacrilegios. Busqué mi cuarto de hora y creo que ni 15 segundos conseguí. Por eso este blog sale sin publicidad, sin registro, el único con 2 mirrors (Wordpress.com y Live Journal). De todos mis blogs al que más cariño le tengo es Una marmota en el barrio de Lima pues hay mucho, muchísimo de mi en las narraciones. Ojalá las vuelta a retomar.

Podría explayarme más hablando de aspectos profesionales y sentimentales pero lo que vale para uno vale para el resto con sus respectivos matices y tonalidades de gris. Tal vez unos pueden y otros no. Tal vez simplemente es como es y no hay forma de cambiarlo. Tal vez por gusto escribo esto.

La vaina de ser viejo tan pero tan joven

Muchos me dicen que un hombre con 48 años es un hombre en la flor de su vida. Bueno, hay flores y flores, algunas raras y otras exóticas, algunas son sólo de estaciones y otras todo el año. La cuestión es que de pistilos y estambres no me complace mucho el saber y sentir que los años han pasado y así como han dejado su estela y huella de sabiduría costumbrista, no puedo dejar de sentir que lo que me quede de vida, poco o mucho, ya no es para tomarlo tan a la ligera sino con mucha y más seriedad de lo que he venido tomando mi vida hasta ahora. Wow, vaya discurso, ¿eh?.

En fin, mañana voy a ver a la oftalmóloga, una doctora muy pero muy atractiva cuyo único defecto es el estar casada, felizmente casada, para que me diga lo que considero será inevitable: mi vista se esta degradando y tendré que mandar a hacer nuevos anteojos. Sufro de un tipo de presbicia que se presenta luego de los 40 años, hablando estadísticamente hablando. Bingo, yo tengo 48 jejeje.

Otro día en que planee hacer algo y terminé haciendo nada. Francamente esta lucha contra la depresión resulta ya algo aburrida. Bueno, no tanto que no hice nada, al final tengo cuentas y perfiles creados en más de 100 redes sociales diversas, entre blogs, publicación de imágenes, vídeos, perfiles profesionales, varios del tipo Facebook y algunos tipo Twitter. Ahora viene la etapa en que deberé de unificar la información de los perfiles. Luego de eso utilizaré servicios como Ping.fm  para publicar en varios sitios al mismo tiempo. Lo otro que debo hacer es organizar contenido. Como lo veo tengo una tarea suficientemente elaborada como para entretenerme un buen tiempo…..  veamos que pasa.

Mientras tanto…. bueno, caminar, cocinar, tocar piano y seguir buscando el camino hacía mi yo interno para darle un samacón y de verdad ver que puede pasar.

La distracción de siempre, la satisfacción desconocida

Acabo de terminar de ver, en versión pirata por cierto (hace años que no voy al cine, hasta donde recuerdo la última película que fui a ver en el cine fue Harry Potter y el Cáliz de Fuego) llamada The Expendables (2010) llamada también Los Indestructibles, esa película con hartas estrellas de acción como Stallone, Jet Li, Dolph Lundgren, Jason Statham y brevísimas apariciones de Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger (por cierto la broma que le hace Stallone a Schwarzenegger me gustó mucho, esa de “ese quiere ser presidente”). Como argumento no es nada nada del otro mundo; como actuación mucho menos…. pero como acción y entretenimiento, pues la verdad muy buenas las escenas de peleas, ni muy fantásticas ni muy simplonas. Tal vez la escena de la destrucción del palacio gubernamental a veces como que parecía maqueta por las llamas y flamas que se mostraban, pero digo yo, son detalles. Es como dijeron en los comentarios “una reunión de Stallone y amigos”. Vaya forma de divertirse. Pero el resultado fue más que aceptable para mi gusto. No es una gran película de acción pero distrae y para algunos casos y circunstancias eso es mucho más que suficiente.

Yo mientras con esto calmo mi coraje por una actitud estúpida (es mi punto de vista) de Facebook de que sólo agreguemos e invitemos amigos a personas que conozcamos. Digo yo, si en su página de inicio aparecen sugerencias de “personas que tal vez conozcas”, si en los emails de confirmación que nos envían cuando alguien acepta nuestra solicitud aparecen sugerencias de los mismos contactos de la persona que acaba de aceptarnos, ¿debemos creer que aquellos que tienen más de 4,000 amigos es porque conocen a todos?.

Pero hace poco leí una frase que la verdad es la más cuerda de todas y la pongo en resaltado:

Pues si no pagan nada por el servicio no pueden exigir nada

Y es verdad. Sin embargo no deja de dar coraje que se den este tipo de situaciones. Si Facebook esta donde esta se debe principalmente gracias a nosotros, lo usuarios. Entonces creo, me parece, deberían de tomarnos más en cuenta. ¿Será Diaspora entonces la alternativa tan esperada como dicen?. Porque la verdad sea dicha, moverle el piso a Facebook no es tarea nada fácil. Más sencillo sería que Microsoft supere en todo a Google.

Me pasé parte de la tarde viendo el tema de las redes sociales en las que estoy registrado y agregando algunas nuevas. En verdad voy a dedicar la semana que viene a armar una estructura con todas estas redes, quién sabe, tal vez me sirva de algo aunque la verdad no me hago nada de esperanzas.

Por cierto, hace un fresco muy agradable. Será motivo de disfrutarlo.

Un proyecto ambicioso, ¿inversión de tiempo justificada?

Me dedico a esto de Internet desde que llegó al Perú más o menos por el inicio de los 90. Recuerdo cuando RPP hacía referencia a un “sistema web”. En ese momento no estaba seguro a que se refería pero luego entendí que estaban refiriéndose a la interface más básica y primitiva de lo que hoy es Internet. Nunca imaginé lo importante que sería Internet en mi vida. Y si tuviera que hacer una comparación, algo dramática y casi como un cliché barato, diría que para mi acceder a Internet es como, y lo que voy a decir lo diré con el mayor respeto, es la ventana para un parapléjico o persona incapaz de poder movilizarse por si misma. A través de la ventana podrán ver parte del mundo que siguen sus rutinas inexorablemente constantes. Internet es esa ventana. Nunca hay el mismo contenido dos veces, y aunque se pudiera encontrar el mismo contenido luego de un lapso de tiempo, es claro que la no sólo la forma en que nos afecta sino la forma que lo percibimos es totalmente diferente.

Pensar que hubo un tiempo en que decir que uno tenía un televisor a color, un celular, televisión por cable y acceso a Internet era un elemento que denotaba cierto status. Igual la evolución de una simple página web pasando por portales, catálogos, webs dinámicas, etc. hasta llegar al web 2.0 y a lo que se denominan aplicaciones web. Es fascinante la evolución. Recuerdo cuando el “estándar” de los trabajos para realizar una página web era una página con texto, cierta cantidad de imágenes, links y una dirección de correo electrónico. Ese esta el paquete básico.

En verdad soy bueno en lo que hago. Y lo digo porque muchas empresas y clientes han “explotado” digamos la ingenuidad de mi bondad y sentido de compartir que tengo y he aprendido. ¿Por que?. Hace como 15 años fue cuando vi el código fuente de una página HTML. Era chino para mi. Me asusté de verdad. No era ni parecido a Basic, C, Pascal, Cobol o Clipper, lenguajes que había manejado a buen nivel en su momento. Con cierto temor ingrese a un chat que ya no existe llamado Commchat. Una de las interfaces más bonitas que he visto. Ahí conocí a “MagoWizardWeb” y conversando un rato, y unos días, se me ocurrió preguntarle si podría darme una orientación de como aprender a programar y diseñar páginas webs. Luego de la consulta fueron 2 semanas en que me conectaba a las 3am (sólo tenía conexión dialup y 1 hora por día por el costo, y me conectaba a las 3am por la diferencia horaria pues el estaba en Japón en ese entonces) y me enseño online a programar HTML y JavaScript.

Desde entonces varios han compartido desinteresadamente sus conocimientos conmigo y no sólo aprendí a hacer lo que hago en la actualidad sino que aprendí a compartir por el placer simple y sencillo de compartir.

Y llegó el tiempo de las redes sociales. Y claro, busqué una forma de poder conseguir trabajo por ese medio. Y a decir verdad si lo conseguí, por medio de Amistarium, donde conocí a una amiga que me contacto con mi último cliente. Luego de eso nunca tuve fortuna con “tener presencia en Internet”. Si tuve un cliente luego de pagar todo un año un aviso en las Páginas Amarillas locales. El resto fueron recomendados. Y fueron pocos en verdad.

Así que decidí organizar mi presencia en Internet hace ya algunos años de eso, cuando casi perdí el contenido de mis 2 HD. Hasta ahora. Estoy registrado en más de 80 redes sociales pero ahora, no se por que, decidí organizar esto debido a los resultados auspiciosos en cuanto a calidad de gente que he conocido tanto en Twitter como en Facebook. Con esto de la integración de redes, la ampliación de servicios de Google y Microsoft por medio de Windows Live Essentials sin mencionar otros como Ping.fm y similares, creo que ya ha llegado el momento de en verdad integrar y publicitarme en las redes sociales. Sin embargo ¿valdrá la pena?. Si ya se, ya se, no hay que ser pesimistas sino optimistas, que si uno piensa que va a perder la batalla entonces ya la tiene perdida antes de empezarla y todo eso. ¿Creen que no lo se?. Es mi karma. Veremos como resulta, pues la es iré contando.

Debilidades conocidas, penas novedosas

Muchos, y de buen corazón, me dicen frases que son bien recurrentes, útiles en varios aspectos, y que pretenden, reitero, de buena intención y honesta empatía, el levantarme el ánimo para que pueda seguir adelante y llegar a la meta que tengo en mi futuro sea cual fuera esta. No pondré las frases porque hay variaciones de las mismas y creo que es fácil intuir cuales son.

Hay un dicho muy cierto: “no hay enfermedad sino enfermos”. Ok, es verdad que estoy enfermo, pero ¿quién se considera realmente sano?. Yo, parece por lo que me dicen, soy buen consejero, aceptable motivador y poseedor de una “sabiduría” muy sólida. Curioso es, por lo tanto, que no pueda solucionar mis problemas más si pueda aconsejar el de los demás. Como que no soy buen oyente de mi propio pensamiento. Pues sorpresa: si lo soy. Pero hay una, me parece a mi, gran desventaja que tengo: yo conozco mis métodos y mañas. Es por eso que la depresión tiene bien jugada sus cartas y apostadas estratégicamente sus bloques de ataque y defensa y bueno, el resultado es, que como ahora mismo, estoy con mis botines, mi jean, un polo blanco (con el que duermo, mejor dicho, duermo con polos no con pijamas) y nada más. Acabo de terminar mi desayuno (una taza con té y 3 chavattas sin nada) y estoy tratando de hilvanar ideas mientras escribo. No soy de planificar mucho en realidad, soy de ir creando al paso. Hasta ahora me ha dado buenos resultados si consideramos como resultados buenos el que haya conseguido terminar lo empezado. Pero si lo valorizamos desde el punto de vista de terceros, pues no creo que se consideren resultados ni siquiera aceptables.

Paso casi todo el día en mi cuarto, revisando páginas en Internet, escuchando una emisora deportiva online (no diré su nombre porque les tengo algo de coraje pues 2 veces me hicieron el tontito al sonsacarme consejos y sugerencias para su web y aplicarlos sin darme siquiera las gracias, menos un contrato… gajes del oficio como yo lo veo), jugando juegos en flash en línea, viendo algo de cable (ahora veo mucho pero mucho menos que antes), ocasionalmente conversando con algún contacto de Facebook vía chat, respondiendo uno que otro email. Tengo mi teléfono fijo desconectado porque ni me llaman y la verdad no estoy de ánimo para charlas sin sentido.

Dentro de poco será 1 año que estoy solo a nivel de pareja y el mismo tiempo sin disfrutar del contacto íntimo (las cosas claras, uno extraña eso pero con los años uno aprende que eso no es lo más importante de todo). Ahora estoy con la idea de estructurar los datos de mis perfiles en diversas redes sociales. El proyecto de mi revista tuve que dejarlo de lado porque al margen de la aceptación inicial (en 4shared hay a la fecha 40 descargas, en Rapidshare 2 y en Megaupload y Hotfile ninguna, además en Issuu que permite verla online las estadísticas indican 129 lectores, y considerando que fue publicada el 11 de Octubre (lo cual creo no esta mal pese a todo) lo que acabó por matar la ilusión fue la respuesta de los “colaboradores”. Me contacté con más de 20 amigos de Facebook para solicitarles voluntariamente un apoyo en la publicación de artículos, publicidad gratuita y entrevistas (ser entrevistados). Todos sin excepción aceptaron y con expresiones que denotaron buena honda. Sólo 4 mantuvieron su palabra, el resto, pese a que les mandaba mensajes, nunca más respondieron. Y no porque no entraran a Facebook o Twitter porque se notaba actividad en su cuenta, sino porque o lo olvidaron o simplemente no le dieron importancia (presumo). Así que si hay algo que no me gusta es estar insistiendo e insistiendo. Nadie les obligó a aceptar, pudieron decir no desde un inicio o luego, más adelante decirme “¿sabes?, no voy a poder apoyarte”. Cosas.

Si pues, hay debilidades que ya las conozco pero cada cierto tiempo veo en mi record penas nuevas. Versa el dicho que “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante”…  tal vez la vida esta probando la resistencia de mi cuerpo. Veremos como termina el día de hoy.

Viejas frustraciones

Siempre, al menos desde que estoy metido en esto de la informática, he tenido el deseo expreso de crear animaciones del tipo 3D. Cuando tuve mi primera computadora le metí cuanto programa encontraba. El pobre Windows 95 tuvo que soportar todos mis berrinches por mal funcionamiento cuando en gran parte la responsabilidad estaba de mi lado al meterle tantos programas. Deben ser cerca de una docena de veces, tal vez algo menos, que he instalado el Corel y jamás aprendí a usarlo. Mi preferido siempre fue Photoshop. Igual pasa con Office pues siempre lo instalo al completo (aunque con las últimas versiones hay 2 o 3 programas que no instalo porque no les encuentro un uso práctico para mi gusto como es el caso, por ejemplo, del Groove o el Sharepoint) y aún así usaba más el Outlook que cualquier otro programa de la suite ofimática de Microsoft. Y digo usaba porque desde que salió el Windows Live Mail he dejado ya de usar Outlook que resulta muy pesado y con ya demasiadas opciones para mi gusto. Uno cambia de opinión y preferencias, eso esta claro.

Pero volviendo al tema de la animación, procuraba lograr entender y manejar los programas de animación y jamás pude hacerlo, y a decir verdad, ignoro porque ya que otros programas me resultaban mucho más sencillo aprender a usarlos, como Photoshop, Home Site, InDesign entre otros. Bajaba, de manera piratesca esta claro, programas como 3D Max y nunca pude comprender o mejor dicho no encontraba la facilidad que los otros programas ofrecían. Hace poco, cosa de un par de meses o algo así, vi un vídeo en Youtube sobre el uso de Illustrator y vi lo simple que era crear un objeto en 3D y claro, lo bajé al instante, la versión CS5, lo instalé y efectivamente fue simple crear un objeto 3D, en este caso, una copa (era lo que mostraba el vídeo). Esta vez, animado por lo relativamente fácil que resultó manejar InDesign por el tema de la revista, avancé un poquito más que en otras oportunidades.

Pero todo llegó a un punto muerto común y recién ahora, o mejor dicho en ese momento, me di cuenta de cual había sido el problema subconsciente que había estado experimentando anteriormente. Y me vino a la memoria una etapa de mi juventud que tiene algo que ver. Será como unos 20 años atrás (obviamente) capaz 25, me dio por la astronomía y querer tener un telescopio para ver las estrellas como muchos otros lo hacen de manera casera y amateur. Para ello agarré los libros de física que teníamos (y sigo teniéndolos) en casa y prácticamente me aprendí el capítulo de óptica. Pude determinar, mediante ecuaciones, el tamaño, dioptría y distancia de las lentes. Cálculos realizados a punta de lápiz y papel (sin calculadora). Fui a ópticas para ver si me podían suministrar las lentes y tuve acogida. Me mandé una caminata hasta el observatorio solar en el morro solar (una caminata significativa y en pendiente) y encontré el observatorio cerrado pero con un letrero con datos de contacto así que les llamé y hablé con un físico y compartí mis resultados y ecuaciones y para grata sorpresa mía todo estaba correcto.

Entonces vino el momento de comprar los materiales y pedí el apoyo de mi tía y ella me dijo “¿'y para que quieres tener un telescopio?, ¿Que uso práctico le piensas dar?”. Y todo el entusiasmo se esfumó. Nunca tuve un telescopio. ¿Y que tiene que ver esto con la animación en 3D?. Pues que al lograr crear un objeto 3D con Illustrator me día con la sorpresa de que “no encontraba un uso práctico real y concreto para mi”. Digo, ¿crear una película o corto animado?. No voy a ser el nuevo Spilberg de la animación ni voy a hacer temblar a Pixart con mi genio y creatividad. Digo, no es que no pudiera tener el talento o “el golpe de suerte” sino que no había “esa” motivación que si tengo, por ejemplo, para el piano o la programación web.

Por ese motivo, aún con los programas gratuitos legales que hay disponibles, no encuentro, aún, la motivación. Justo ahora estoy viendo una serie de tutoriales de Muvizu, un programa de animación gratuito bastante bueno por lo que veo, y por unos instantes me vino el deseo de bajarlo, instalarlo y “ver que pasa”.

¿Cuántas cosas habré dejado de hacer por falta de motivación?

La morbosidad de un secreto a voces

Siempre he encontrado FASCINANTE observar a las mujeres y travestis que comercializan con su cuerpo, esto es, que se prostituyen en la vía pública. ¿Por que?. Lo ignoro. Ok, dejando de lado el elemento mórbido inherente, la lascivia normal (soy una persona normal pese a todo y pese a quién le pese), encuentro algo de romántico y fascinante ese mundo “sub urbano” y oculto, cual secreto a voces. Y no hablo de la vejación o de la sexualidad casi predispuestas en todo el ambiente. No. En ese medio hay personas verdaderamente VALIOSAS…… personas hermosas que por buenas, malas o desafortunadas circunstancias están donde están, casi siempre por voluntad propia pero no por convicción propia. ¿Por que buenas circunstancias?. Porque yo soy de la especie humana que cree firmemente que en todo acto negativo hay mucho de positivo que no sólo nutre la experiencia sino que nos permite, si somos fuertes de carácter, el enfrentarnos con nuestro némesis oculto en las tinieblas de nuestra arrogancia, soberbia y miedo. Si sobrevivimos a este careo, entonces aún en los actos más lacrables (¿existirá esta palabra?) hay valores que valen mucho la pena tomar y considerar.

En parte es porque estas personas son hijos de la noche, sobrinos de la obscuridad y primos lejanos de las luces claras y directas. La penumbra es su cobija diría un escritor de mediano valor. La noche tiene la magia, para mi, del silencio cubierto del murmullo del respirar, y a veces jadeo, de las personas en sus hogares y atendiendo lo suyo. Me gusta trabajar más de noche que de día. Produzco más y produzco mejor (¿esta bien expresado?).

Algunos personajes son francamente psicodelicos, mientras que otros son descaradamente explicitos (sobre todo en los travestis) mostrando las juanas (entiendase senos, bustos, pechos, o como le quieran decir) sin mayor reparo ni pudor (no pongan esa cara, estas personas tienen pudor) supongo yo que porque como no nacieron como mujeres no tienen una “consideración pudorosa” por esos atributos… o de plano porque lo ven como objetos (y lo son) valorados en cierta cantidad de billetes.

Y sin embargo hay travestis que si son sumamente femeninos, de buen gusto en la arquitectura de sus cuerpos y en la decoración de los mismos, con gestos y un sonido de voz muy delicado que estoy seguro que a más de un macho de machos le haría pensar por unos instantes cosas “truculentas”. ¿Y que hay de malo?. Pues nada, la sexualidad no son parámetros ni reglas escritas, sino consideraciones y estimulos que, si son bien utilizados procuran no sólo placer sino una experiencia reconfortante.  Y dentro de este grupo de damas hay personas sumamente sensibles que, luego de un poco de paciencia y tiempo, abren la puerta de su vida para que uno pueda tomar asiento en el sillón del loby sino de la sala y poder conocer un poco más la profundidad de sus sentimientos. ¿'O dudan que los tengan?. Siempre he pensado que censurar la prostitución es algo tan ridículo como justificar el hambre porque uno no debe robar. Veamos si eso es verdad cuando quién sufre de hambre es nuestra madre o nuestro hijo.

Ya, ya sé, no es el caso de ellos, pero el punto es que si existe aún la prostitución es porque aún existe demanda para la oferta. Eliminemos la demanda y con seguridad no habrá más prostitución. Pero ahora pues, ¿cómo controlar el libido de las personas si más de uno se deja llevar por las hormonas y glándulas en vez de por el cerebro?.¿Cuántas veces has sucumbido, paciente lector, al deseo sobre la razón?. Un buen polvo (como decimos aquí en Perú) tiene una fuerza enorme que bien puede poner a prueba la más ferrea y espartana fuerza de voluntad. Yo he cedido miles de veces. Y seguro lo seguiré haciendo.

Es agradable conversar con ellos. Es agradable verlos, cuando no están en exibición, como se juntan y comparten. No hay que escucharles, solo verles.  Curiosamente es igual en ambos géneros: damas de verdad y damas de mentira. ¿Será la condición femenina, la femeneidad presente en todo ser humano, lo que nos sensibiliza?. Yo no se, no soy psicologo.

Me gusta verlos. Contemplo mucho de mi carencia en su solidaridad y envidio sanamente su fuerza para seguir adelante pese a todo. Yo soy débil. Ellos no. Verles me recuerda que aún tengo una posibilidad de lograr la fortaleza que necesito para salir de mi cuarto (ojo, dije cuarto, no closet).  Tiempo es lo que no se si tendré. Pero ganas, creeme, eso si tengo.

Mi suplemento energético preferido… por ahora

Y podrá resultar raro bajo este título hablar de animes. Pero si así fuera ¿que importancia real puede tener?. Una de las ventajas, si se sabe aprovechar, de estar desempleado y misio es que uno puede dedicarse al ocio en dos formas: la estúpida y la inteligente. Y de estúpido no tengo nada. Ok, me tiro flores al quedarme con el otro adjetivo. Pero es la verdad. Uno puede cultivarse y con esto no quiero decir que uno se la pasa entre libros, museos e influencias de contenido. No para nada. Hablo del más puro alimento ilegal (por la forma de obtenerlo) en el formato de archivos de vídeo (AVI o MP4) y con el contenido denominado y reconocido como animes.

Yo pensé que los japoneses serían un poco más americanos al momento de comercializar sus productos. Craso error. El país de la katana tiene las cosas bien planificadas. Me viene a la memoria una película de animación japonesa llamada Vexille en que Japón se aísla del mundo porque ellos deseaban dar el siguiente paso en cuánto a cibernética y creación de vida artificial. El resultado fue el genocidio de casi toda la raza japonesa. Bueno, ustedes vean la película y comenten. Y es que son así. Dueños de su perspectiva única. Mafalda, la hermosa y genial creación de Quino, dijo en una oportunidad, mientras se estiraba los ojos al más puro estilo japonés, que con razón los chinos (en ese contexto) quieren cambiar al mundo con lo mal que lo ven ellos por tener los ojos rasgados.

Y es que los animes son mucho más que guerreros, robots, alienígenas, monstruos, super poderes, magia, inframundo y demás canarios. Es mucho más que eso.

Ahora estoy viendo Clannad y no tiene nada de sobrenatural ni ficción posible (a no ser una que otra escena de pelea pero es retórica animada nada más). Y como ocurrió antes con otras producciones (Planetes por ejemplo) empezó flojo pero al poco, no más de 2 capítulos, coge el interés, captura la atención y atrae el gusto.

Ayuda mucho cultivarse internamente. No es darle gusto al niño que hay en mi. Para nada. Es darle tiempo al adulto que hay en mi para tomarse el descanso y ver como afrontar el cuarto de hora siguiente y mientras tanto delego la responsabilidad a quién me conoce mejor: mi niño interior.

Valdría la pena hacer cosas que no son propias, adecuadas y esperadas en un adulto (para los que como yo ya somos hace algún tiempo adultos) y darse tiempo para aquellas niñerías que podremos censurar en público y disfrutar en privado. Hay algo mórbido en todo ello pero no se que puede ser.

Si, vale la pena. Y si no lo creen, pues ni modo, todavía no estarán preparados para tomarlo en cuenta.