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miércoles, 10 de noviembre de 2010

Somos mejores gracias a Internet pero…

indiferenciaTodo esta bien: hay más conectividad, hay más posibilidad de hacer amigos, conocidos, parejas, negocios, trabajos, trampas, fraudes, robos, mentiras, catarsis, diversión, depresión, alegrías, penas, tiempo de calidad y tiempo desperdiciado. Todo gracias a Internet. Nadie puede refutarlo. Pero también es cierto que si bien todo esto y mucho más ha ido creciendo por el gran caldo de cultivo que se ofrece, la gratitud también ha encontrado cabida. Y si hay algo cierto en este universo, no importa de que planeta seas es que hay leyes verdaderamente universales que no importa como hayas evolucionado, que color de piel tengas o que manías y hábitos tengas: todos viven con estas reglas.

Una es que todos los problemas tienen solución. Absolutamente todos. Sin embargo, la solución no siempre es de nuestro agrado.

Otra ley universal es que todo viene en equilibrio y el asunto es saber balancearlo. Aquí le decimos, entre otras formas, el bien y el mal, el yin y el yang.. y por supuestos muchas otras combinaciones, sinónimos y adjetivos. Y uno de ellos es la gratitud y, claro está, la ingratitud.

Han desaparecido del universo de redes sociales y webs algunos que ofrecieron servicios interesantes, llenos de dinamismo, vitalidad, ganas y esperanzas. Y sin embargo se fueron sin pena ni gloria, nadie notó su falta, nadie hizo alguna acotación. Recuerdo cuando Facebook estuvo fuera de línea hace poco más de 2 meses me parece. Que tal escándalo. Esta todopoderosa red social no conoce lo que es respetar y prestar atención al usuario. No se dan cuenta de que todos los cientos de millones que su creador se ha embolsado en su cuenta bancaria se lo debe TOTAL Y EXCLUSIVAMENTE a gente como tú y como yo: usuarios comunes y corrientes.

Se fueron Vox, Koornk. Twine dejó de ser para convertirse (o ser comprado, lo ignoro) en Evri. Tal vez no marcaron lo que hoy en día es Facebook, Twitter, My Space y similares, pero estuvieron no poco tiempo y unieron no tantas personas pero si un número significativo. ¿Por que la indiferencia?. Digo, ¿acaso si no nos es útil o dejó de sernos útil entonces ya pasa a ocupar un lugar en la papelera de reciclaje o algo así?. Yo nunca voy a olvidar lo que Commchat representó en mi vida durante los primeros meses en que me conecte a Internet. Recuerdos. Eso somos de alguna forma. Al evocar nuestra vida, al evaluarla, todo es cuestión de recuerdos, pues de ahí proviene la experiencia. ¿Acaso descartamos recuerdos?. No, somos unos coleccionistas incurables que todo mantenemos guardado. Sin embargo, la gratitud, una de las virtudes más valiosas de todas es al mismo tiempo una virtud que acarrea uno de los defectos más sucios, increpables, asquerosos y repudiables de todos: la ingratitud.

¿Creen lo contrario?.

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