Páginas

lunes, 8 de noviembre de 2010

La vaina de ser viejo tan pero tan joven

Muchos me dicen que un hombre con 48 años es un hombre en la flor de su vida. Bueno, hay flores y flores, algunas raras y otras exóticas, algunas son sólo de estaciones y otras todo el año. La cuestión es que de pistilos y estambres no me complace mucho el saber y sentir que los años han pasado y así como han dejado su estela y huella de sabiduría costumbrista, no puedo dejar de sentir que lo que me quede de vida, poco o mucho, ya no es para tomarlo tan a la ligera sino con mucha y más thinkingseriedad de lo que he venido tomando mi vida hasta ahora. Wow, vaya discurso, ¿eh?.

En fin, mañana voy a ver a la oftalmóloga, una doctora muy pero muy atractiva cuyo único defecto es el estar casada, felizmente casada, para que me diga lo que considero será inevitable: mi vista se esta degradando y tendré que mandar a hacer nuevos anteojos. Sufro de un tipo de presbicia que se presenta luego de los 40 años, hablando estadísticamente hablando. Bingo, yo tengo 48 jejeje.

Otro día en que planee hacer algo y terminé haciendo nada. Francamente esta lucha contra la depresión resulta ya algo aburrida. Bueno, no tanto que no hice nada, al final tengo cuentas y perfiles creados en más de 100 redes sociales diversas, entre blogs, publicación de imágenes, vídeos, perfiles profesionales, varios del tipo Facebook y algunos tipo Twitter. Ahora viene la etapa en que deberé de unificar la información de los perfiles. Luego de eso utilizaré servicios como Ping.fm  para publicar en varios sitios al mismo tiempo. Lo otro que debo hacer es organizar contenido. Como lo veo tengo una tarea suficientemente elaborada como para entretenerme un buen tiempo…..  veamos que pasa.

Mientras tanto…. bueno, caminar, cocinar, tocar piano y seguir buscando el camino hacía mi yo interno para darle un samacón y de verdad ver que puede pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar. Te pido consideres, antes de ingresar tu comentario, mantener un lenguaje apropiado, exento de vulgaridades y palabras peyorativas. No hay restricción en cuanto a posturas y creencias de cualquier tipo, sólo en el lenguaje que utilices. Nuevamente gracias por comentar y espero que no sea la última vez. Bendiciones.