Páginas

viernes, 26 de mayo de 2017

Cuando la paciencia muestra límites insospechados y no esperados

Una cosa es aceptar una realidad porque no tienes opción de cambiarla o evitarla, y otra, creo, muy distinta es aceptar una realidad con resignación y conformar con ella una unidad. La primera implica, al menos lo tomo de esa forma, una suerte de imposición. A veces puedes verla venir, pero otras no, y aún viéndola venir, rechazas el hecho insoslayable de que estaba por venir y no puedes hacer nada por evitarlo. De ahí el sentir de imposición.

En el otro caso, hay posibilidades de corrección o enmienda, pero evitas hacerlo por motivos, digamos, más lógicos que importantes. Dejaré la filosofía y narraré el hecho sin adornos.

Como en otras publicaciones lo he mencionado, mi laptop esta en las últimas, de verdad. Pantalla malograda, con visibilidad menor al 10%, teclado con un 20% de teclas que no funcionan, un HDD con fallos y sobreviviendo porque, y sin ánimo de polemizar, el sistema operativo (Windows Vista Home Premium 64 bits con Service Pack 2) funciona bien dentro de todo, los puertos USB están con intermitencias en su funcionamiento, lo que ocasiona que el mouse se congele cada 3 o 4 minutos por espacio de hasta 10 segundos, debido al fallo del monitor, el instalar otra versión de Windows se vuelve algo complicado al no poder ver casi nada, y por ende tener el riesgo de no realizar una instalación apropiada de Windows 7 (lo cual es necesario para evitar estar fuera de actualización, de que Chrome esté con la última versión y que el Windows Security siga funcionando) y para finalizar, la batería murió, ya no almacena nada (hasta hace unas semanas me permitía 5 minutos de autonomía, ahora cero), lo cual termina por convertir esta laptop en una PC de escritorio convencional.

Con todo esto, he esperado el momento de poder comprar una nueva PC, lo cual he decidido cancelar por el gasto ya que hay que ahorrar lo más que se pueda, y gracias a Dios, me prestarán una laptop a la cual le he comprado un nuevo HDD para hacerla funcionar.

Pero esto ya lo he mencionado en otra publicación previa. Reitero todo esto porque, al menos que pase algo inesperado, mañana sábado tendré dicha laptop y empezará un período de transición y calma. Transición porque primero tendré que configurar el sistema operativo instalado, Windows 7, tomando como referencia la actual configuración de Windows Vista. Y no pasa por hacer una migración o usar el Microsoft Easy Transfer. Yo prefiero hacerlo a mano. Tengo un backup de los archivos, lo que podré restaurar fácilmente, pero la personalización es un detalle que siempre me ha gustado hacerlo a mano.



Una de las ventajas de este proceso es que instalaré sólo lo necesario, teniendo la experiencia de lo instalado previamente. Y podré disfrutar de la paz de no tener que soportar la lentitud y congelamientos. ¿Cuánto durará esto? Ni idea. Puede que semanas, meses o más, o capaz horas, pues la laptop tiene dueño, pero el dueño no aparece, o se ha olvidado de su existencia, vaya uno a saber. Para ello hay contingencias tomadas. Simplemente tomaré el HDD nuevo y lo pasaremos a mi laptop, esperando que Windows reconozca el nuevo hardware y seguir usandola con el teclado adicional, monitor adicional y con la limitación de que el puerto HDMI no funcionará ya, con lo que tendría que despedirme de seguir viendo todo en el TV. Ni modo, si así llega a ser, así tendrá que ser.

Y todo esto lo asumo con una calma y resignación que no reconozco como propia. ¿En que momento aprendí o asimilé este tipo de comportamiento? Lo ignoro. Igual llegará el momento en que mi laptop dejará de funcionar. Nada es para siempre, todo tiene un inicio y un final. Inclusive el amor. Del tipo que sea.

Así que los días, horas o minutos que tenga haciendo uso de esta laptop, deberé de memorizarlos, asimilarlos y hacerlos míos por siempre, para poder revivirlos luego y aceptar que "al menos lo vivido y bailado no te lo quitará nadie". Conformarse. Yo conocía una sola definición de la palabra conformarse: aceptar algo que se considera insuficiente o no deseado, que no satisface las expectativas de uno". Pero hay otra definición que es la que, desde que me la enseñaron, la uso como primera y única definición. Conformarse, Con + Formarse, unirse a algo, integrarse con algo o alguien, y que algo o alguien se integre con uno. Terminar ser una sola y única unidad a partir de 2 o más que decidieron con-formarse. Esta definición la aprendí en mi catequesis. Si, tiene un trasfondo religioso, moralista y espiritual, pero es más que suficientemente bueno al ser aplicado a la realidad cotidiana de cualquiera.



Si aprendiéramos a conformarnos con nuestra realidad, con nuestra "suerte", tendríamos mayor posibilidad de, no sólo entenderla y aprender, sino de seguir adelante y no sentir un lastre que nos detiene, que casi siempre es nuestra propia incapacidad de aceptar que "no todas las cosas se realizarán a nuestro gusto, sino a nuestra necesidad". Puede resultar algo muy parecido, casi como sinónimos en ideas, pero son dos cosas muy distintas. Lo que uno desea no siempre es lo que uno necesita.

Cuento las horas para recoger la laptop y, al regresar a mi casa, a mi habitación, conectarla, ver como carga el nuevo sistema operativo, viejo y obsoleto para la fecha de publicación de esta post, pero más estable y funcional que el que tenía, conectarlo al TV y ver como ocurre la "magia" del HDMI. Y luego, al terminar de poner en red mi laptop con la nueva inquilina, disfrutar de esta sensación el tiempo que pueda. A veces pienso que estaría bien, digo en lo permitido, sentir sincera y honesta lástima por mi vida, pero sería restarle mérito a lo que, con el paso del tiempo, he aprendido y convertido en lo que se llama "experiencia". Y mi experiencia es valiosa, útil y más que significativa. Y no es comparativa lo que realizo, sino simple declaración de que yo soy una persona valiosa, útil y más que significativamente viva. Yo sufro, sueño, anhelo y me conformo. Ergo, estoy vivo.

ACTUALIZACIÓN:
Ayer en la noche se comunica conmigo mi amigo que me prestaría la laptop, comentandome que tuvo un problema y es que la laptop se apagó y no prende para nada. El es técnico de computadoras pero a priori no sabe que puede haber pasado. Hoy hablé con el y me comentó que dejó cargando la batería pues podría ser eso, así que veremos más tarde. Como dije, lo asimilo sin entender aún como ni por que.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por comentar. Te pido consideres, antes de ingresar tu comentario, mantener un lenguaje apropiado, exento de vulgaridades y palabras peyorativas. No hay restricción en cuanto a posturas y creencias de cualquier tipo, sólo en el lenguaje que utilices. Nuevamente gracias por comentar y espero que no sea la última vez. Bendiciones.