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lunes, 1 de mayo de 2017

Anónimo I


Nuevamente, al despertarme, constaté que había dejado prendida la computadora (menos mal que la tengo configurada para que se ponga en suspensión pasado cierto tiempo) y también el decodificador de la señal de televisión por cable. El televisor si se apagó a las 2 a.m. tal cual esta configurado. Ya esta, no se puede dar marcha atrás. No sé cuanto gasto será haber dejado prendido el decodificador, pero es ya la segunda vez en esta semana.

Y es que me quedo dormido rápido. Puede que sea por el medicamento que tomo para “los nervios, puede que sea por la caminata de hoy (por mis responsabilidades domésticas, el cuidar a mis madres en realidad, casi no salgo por mucho tiempo, apenas media hora a tres cuartos) en que fuí al centro de Lima a hacer un trámite, como sea, pero me quedé dormido.

La rutina de todos los días: levantarse, ver como está mi madre, ir al baño, evacuar intestinos, ducharse (que placer siente mi cuerpo luego de estas dos cosas), vestirme según el clima y las circunstancias, salir de la casa, dejar la bolsa con basura en la esquina, comprar lo que se tenga que comprar en la panadería (pan, tostadas integrales, jamonada de pollo, etc. dependiendo que se necesite) y luego ir a comprar el diario para mi madre.

A veces, como hoy, me provoca comprar “nerviositos”, que es como llamo al pan cariocca, pues es tan tostado que ni bien lo tomas entre tus manos, empieza a desmoronarse, razón por la que les llamo “nerviositos”, con café con leche. Otras veces es un jugo de 3 manzanas Israel, 1 plátano de seda, 1 huevo crudo entero, 1 cucharada sopera de azúcar rubia, agua y leche evaporada de soya o en su defecto leche entera de soya (ya preparada) ya sin agua, y, si tengo, un poco de esencia de vainilla. Suficiente.
Luego esperar a que mi madre se levante, para llevarla al baño y luego darle su desayuno: yogur (de una misma marca pero variadas presentaciones), 2 tostadas integrales sin bordes y café Kirma con leche de soya (los martes, jueves, sábados y domingos) o café de cebada Kimbo con leche de soya (los demás días). De ahí, ayudarla con su higiene, aseo (hoy le toca que le lave los pies) y luego ir al mercado, por algo de fruta y las verduras necesarias para prepararle soufflé de verdura con jamonada de pollo. También tiene su dieta que de momento le va bien: lunes, jueves y viernes le toca soufflé de verduras con jamonada de pollo, martes y sábado le toca huevos escalfados con jamonada de pollo y los miércoles y domingo le compró sopa Wantán a la carta, de la cual le doy el caldo y el pollo con un poco de fideos, el resto de fideos, los 3 wantanes sancochados y la col china son para mi.

La receta del soufflé es simple. Compro 2 paquetes de verduras para sopa, lo pongo a sancochar con agua, nada más. Media hora (máximo) después ya están listos. Luego de un par de horas (por la rutina de los horarios) procedo a colar el caldo de las verduras, proceso las verduras hasta dejarlas como un puré espeso, a parte bato 2 claras a punto de merengue, agrego un poco de sal, las 2 yemas, vuelvo a batir a menor velocidad (la mínima posible) hasta dejarlo bien integrado. Luego abro un paquete de jamonada de pollo (trae 12 rodajas redondas), uso 3 para ponerlas en el recipiente refractario que utilizo para prepararlo en el microondas, y el resto las corto en cuadraditos. Mezclo todo, las verduras procesadas, la jamonada cortada y los huevos, con una cuchara de palo que tiene un orificio, supongo que es específico para batir, pongo la mezcla en el recipiente refractario, le doy unos golpes para asentar la mezcla, y de ahí al microondas por 10 minutos a máxima potencia. Luego los desmoldo sobre un plato, queda perfecto, sólido por fuera y suave por dentro.

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